La mayoría de los columnistas fallaron en sus predicciones sobre la elección de Michoacán. Muchos concluían que Luisa María Calderón (la "neo-voto por voto") ganaría la elección del domingo pasado. Ahora, curiosamente, retuercen sus doctos análisis para hablar del asunto sin exhibir un mínimo matiz de autocrítica. Otros pulen sus plumas para "exigir" que se vaya el presidente nacional del tricolor. Están convencidos que el profesor Humberto Moreira es una carga para el PRI, y que por ello seguramente los candidatos tricolores perderán el 1 de julio de 2012. Esta posición es una cara de la misma moneda, que al reverso mantuvo la de que Moreira debía renunciar antes de la elección del domingo pasado, donde Fausto Vallejo le ganó a "Cocoa". Y este sesudo pronóstico les falló.
Luisa María Calderón perdió a pesar de recibir el apoyo de toda la estructura de poder del Gobierno Federal que está en manos de su hermano Felipe. Según denuncias aparecidas en los medios, el equipo de campaña del albiazul en Michoacán derrochó cuantiosos recursos económicos. Al igual que en las elecciones de Coahuila, la cargada federal y la campaña negra tuvo muy poca efectividad. Ni con todo el ejército panista del País concentrado, fue posible que "Cocoa" se sacara la espina de la familia Calderón, pues el Presidente panista había perdido la elección para Gobernador en 1995. Así como en la guerra contra el crimen organizado Felipe Calderón ha sido un mal comandante, también ha fallado como jefe de campaña de su partido.
La elección de Michoacán fue atípica. Se llevó a cabo en una situación en la cual el tejido social está muy desquebrajado, asediado por una red clientelar de bandas delicuenciales que usufructuan la pobreza, señalando límites territoriales que impidieron el proselitismo político-electoral. Las elecciones en diferentes regiones se realizaron bajo una especie de captura delicuencial, esto es una muestra de que falló la estrategia de combate al narcotráfico. No hubo candidatos albiazules a Presidente Municipal en seis diferentes municipios: Buenavista, La Huacana, Aquila, Tumbiscatío, Chinicuila y Churumuco. El Revolucionario Institucional tampoco tuvo en Ecuandureo. La situación de violencia en Michoacán imposibilitó que se contara con encuestas levantadas en el territorio, las empresas encuestadoras se retiraron por las amenazas recibidas.
En este contexto de inseguridad nacional con más de 50 mil muertos, y con Michoacán como primer estado donde inició Calderón el 12 de diciembre de 2006 la guerra contra el crimen organizado, se ha demostrado que su estrategia no ha funcionado, y que la situación económica está cada día peor, sin expectativas de empleo y desarrollo económico. Sumemos a esto el antecedente de la campaña negra sostenida por más de seis meses contra Rubén Moreira en Coahuila, e implementada en la contienda de Michoacán contra el PRI y su dirigente nacional. Con políticas equivocadas y con estrategias fallidas ¿Cómo quieren ganar, sino han podido recuperar la paz social que tanto requiere el País? La cita en las urnas se llevó en un escenario con escasas garantías, pero los ciudadanos michoacanos dieron muestras de su compromiso para no dejar en manos de las bandas delicuenciales la decisión de quién los debe gobernar.
Con todo el apoyo de la Presidencia de la República, con el respaldo del PAN -incluidos cuadros coahuilenses-, de los aspirantes presidenciales y todo el panismo nacional, no lograron ganar la elección. Ni siendo la tierra natal del presidente Felipe Calderón, logró el apoyo para ganar el Gobierno estatal. Tampoco ganó el Congreso local, ni la mayoría de los Ayuntamientos. Los analistas políticos se equivocaron en el resultado de Michoacán, al igual que cuando pronosticaron que el PRI había muerto en el 2000. Luisa María no entiende por qué perdió. Y si le dieran los votos que obtuvo el PRI en los 10 municipios más violentos de Michoacán, aún así le faltarían 3 mil 107 para ganar.
En este escenario, el PRI sigue encabezando las preferencias rumbo al 2012, y viene de ganar los últimos cinco procesos electorales: Estado de México, Coahuila, Nayarit, Hidalgo y Michoacán. Mientras el PAN y el presidente Calderón le apuestan a las campañas de lodo, el PRI sigue avanzando.
Luisa María Calderón perdió a pesar de recibir el apoyo de toda la estructura de poder del Gobierno Federal que está en manos de su hermano Felipe. Según denuncias aparecidas en los medios, el equipo de campaña del albiazul en Michoacán derrochó cuantiosos recursos económicos. Al igual que en las elecciones de Coahuila, la cargada federal y la campaña negra tuvo muy poca efectividad. Ni con todo el ejército panista del País concentrado, fue posible que "Cocoa" se sacara la espina de la familia Calderón, pues el Presidente panista había perdido la elección para Gobernador en 1995. Así como en la guerra contra el crimen organizado Felipe Calderón ha sido un mal comandante, también ha fallado como jefe de campaña de su partido.
La elección de Michoacán fue atípica. Se llevó a cabo en una situación en la cual el tejido social está muy desquebrajado, asediado por una red clientelar de bandas delicuenciales que usufructuan la pobreza, señalando límites territoriales que impidieron el proselitismo político-electoral. Las elecciones en diferentes regiones se realizaron bajo una especie de captura delicuencial, esto es una muestra de que falló la estrategia de combate al narcotráfico. No hubo candidatos albiazules a Presidente Municipal en seis diferentes municipios: Buenavista, La Huacana, Aquila, Tumbiscatío, Chinicuila y Churumuco. El Revolucionario Institucional tampoco tuvo en Ecuandureo. La situación de violencia en Michoacán imposibilitó que se contara con encuestas levantadas en el territorio, las empresas encuestadoras se retiraron por las amenazas recibidas.
En este contexto de inseguridad nacional con más de 50 mil muertos, y con Michoacán como primer estado donde inició Calderón el 12 de diciembre de 2006 la guerra contra el crimen organizado, se ha demostrado que su estrategia no ha funcionado, y que la situación económica está cada día peor, sin expectativas de empleo y desarrollo económico. Sumemos a esto el antecedente de la campaña negra sostenida por más de seis meses contra Rubén Moreira en Coahuila, e implementada en la contienda de Michoacán contra el PRI y su dirigente nacional. Con políticas equivocadas y con estrategias fallidas ¿Cómo quieren ganar, sino han podido recuperar la paz social que tanto requiere el País? La cita en las urnas se llevó en un escenario con escasas garantías, pero los ciudadanos michoacanos dieron muestras de su compromiso para no dejar en manos de las bandas delicuenciales la decisión de quién los debe gobernar.
Con todo el apoyo de la Presidencia de la República, con el respaldo del PAN -incluidos cuadros coahuilenses-, de los aspirantes presidenciales y todo el panismo nacional, no lograron ganar la elección. Ni siendo la tierra natal del presidente Felipe Calderón, logró el apoyo para ganar el Gobierno estatal. Tampoco ganó el Congreso local, ni la mayoría de los Ayuntamientos. Los analistas políticos se equivocaron en el resultado de Michoacán, al igual que cuando pronosticaron que el PRI había muerto en el 2000. Luisa María no entiende por qué perdió. Y si le dieran los votos que obtuvo el PRI en los 10 municipios más violentos de Michoacán, aún así le faltarían 3 mil 107 para ganar.
En este escenario, el PRI sigue encabezando las preferencias rumbo al 2012, y viene de ganar los últimos cinco procesos electorales: Estado de México, Coahuila, Nayarit, Hidalgo y Michoacán. Mientras el PAN y el presidente Calderón le apuestan a las campañas de lodo, el PRI sigue avanzando.
Salvador Hernández Vélez
jshv0851@gmail.com