Páginas

viernes, 18 de noviembre de 2011

Fallaron los analistas

La mayoría de los columnistas fallaron en sus predicciones sobre la elección de Michoacán. Muchos concluían que Luisa María Calderón (la "neo-voto por voto") ganaría la elección del domingo pasado. Ahora, curiosamente, retuercen sus doctos análisis para hablar del asunto sin exhibir un mínimo matiz de autocrítica. Otros pulen sus plumas para "exigir" que se vaya el presidente nacional del tricolor. Están convencidos que el profesor Humberto Moreira es una carga para el PRI, y que por ello seguramente los candidatos tricolores perderán el 1 de julio de 2012. Esta posición es una cara de la misma moneda, que al reverso mantuvo la de que Moreira debía renunciar antes de la elección del domingo pasado, donde Fausto Vallejo le ganó a "Cocoa". Y este sesudo pronóstico les falló.

Luisa María Calderón perdió a pesar de recibir el apoyo de toda la estructura de poder del Gobierno Federal que está en manos de su hermano Felipe. Según denuncias aparecidas en los medios, el equipo de campaña del albiazul en Michoacán derrochó cuantiosos recursos económicos. Al igual que en las elecciones de Coahuila, la cargada federal y la campaña negra tuvo muy poca efectividad. Ni con todo el ejército panista del País concentrado, fue posible que "Cocoa" se sacara la espina de la familia Calderón, pues el Presidente panista había perdido la elección para Gobernador en 1995. Así como en la guerra contra el crimen organizado Felipe Calderón ha sido un mal comandante, también ha fallado como jefe de campaña de su partido.

La elección de Michoacán fue atípica. Se llevó a cabo en una situación en la cual el tejido social está muy desquebrajado, asediado por una red clientelar de bandas delicuenciales que usufructuan la pobreza, señalando límites territoriales que impidieron el proselitismo político-electoral. Las elecciones en diferentes regiones se realizaron bajo una especie de captura delicuencial, esto es una muestra de que falló la estrategia de combate al narcotráfico. No hubo candidatos albiazules a Presidente Municipal en seis diferentes municipios: Buenavista, La Huacana, Aquila, Tumbiscatío, Chinicuila y Churumuco. El Revolucionario Institucional tampoco tuvo en Ecuandureo. La situación de violencia en Michoacán imposibilitó que se contara con encuestas levantadas en el territorio, las empresas encuestadoras se retiraron por las amenazas recibidas.

En este contexto de inseguridad nacional con más de 50 mil muertos, y con Michoacán como primer estado donde inició Calderón el 12 de diciembre de 2006 la guerra contra el crimen organizado, se ha demostrado que su estrategia no ha funcionado, y que la situación económica está cada día peor, sin expectativas de empleo y desarrollo económico. Sumemos a esto el antecedente de la campaña negra sostenida por más de seis meses contra Rubén Moreira en Coahuila, e implementada en la contienda de Michoacán contra el PRI y su dirigente nacional. Con políticas equivocadas y con estrategias fallidas ¿Cómo quieren ganar, sino han podido recuperar la paz social que tanto requiere el País? La cita en las urnas se llevó en un escenario con escasas garantías, pero los ciudadanos michoacanos dieron muestras de su compromiso para no dejar en manos de las bandas delicuenciales la decisión de quién los debe gobernar.

Con todo el apoyo de la Presidencia de la República, con el respaldo del PAN -incluidos cuadros coahuilenses-, de los aspirantes presidenciales y todo el panismo nacional, no lograron ganar la elección. Ni siendo la tierra natal del presidente Felipe Calderón, logró el apoyo para ganar el Gobierno estatal. Tampoco ganó el Congreso local, ni la mayoría de los Ayuntamientos. Los analistas políticos se equivocaron en el resultado de Michoacán, al igual que cuando pronosticaron que el PRI había muerto en el 2000. Luisa María no entiende por qué perdió. Y si le dieran los votos que obtuvo el PRI en los 10 municipios más violentos de Michoacán, aún así le faltarían 3 mil 107 para ganar.

En este escenario, el PRI sigue encabezando las preferencias rumbo al 2012, y viene de ganar los últimos cinco procesos electorales: Estado de México, Coahuila, Nayarit, Hidalgo y Michoacán. Mientras el PAN y el presidente Calderón le apuestan a las campañas de lodo, el PRI sigue avanzando.


Salvador Hernández Vélez
jshv0851@gmail.com

viernes, 11 de noviembre de 2011

Coahuila hacía el 2012

La pasada elección de Gobernador en Coahuila alcanzó un porcentaje histórico de votación. Los niveles de participación han ido variando, afortunadamente porque crecen. En las elecciones de Ayuntamientos y de Diputados locales en el 2002 el porcentaje de participación fue de 46.59 por ciento; en las del 2005, en las elecciones de Gobernador, Ayuntamientos y Diputados locales fue de 52.84 por ciento. En el 2008, siendo presidente del IEPC, Jacinto Faya Viesca, hubo una baja en la asistencia a las urnas; ésta fue de 39.93 por ciento. En la actualidad, bajo la dirección de Jesús Alberto Leopoldo Lara Escalante, se recuperó la confianza para asistir a ejercer el derecho ciudadano a votar. En el 2009, para Ayuntamientos alcanzó el 52.13 por ciento. Y en el 2011, en la elección para Gobernador, los electores dieron muestras de una gran responsabilidad cívica: votaron el 61.62 por ciento de los ciudadanos registrados en la lista nominal.

En esta elección de Gobernador el 37 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal decidieron por Rubén Moreira Valdez, colocándose así como el Gobernador Electo más votado del País. Le sigue el de Guanajuato, con el 36 por ciento, y el menos votado lo fue Leonel Godoy, en Michoacán, con un 18 por ciento. Los críticos de Rubén Moreira sostienen que fue producto de "una elección de Estado", que se usaron recursos de los programas oficiales y de otras tantas cosas más ¿Y cómo se explican que una campaña negra costosísima, mantenida por más de seis meses, no haya dado resultados a favor de los candidatos del PAN? ¿Qué pensarán de que a pesar de un alto nivel de participación, ganó el candidato del PRI? La campaña negra en la pasada elección en Coahuila ha sido de las más intensas, bien instrumentadas y estructuradas, con un gran derroche de recursos. Ahora están aplicando la misma estrategia para enlodar al PRI, a Humberto Moreira y, en consecuencia, a los aspirantes tricolores Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones. La experiencia de Coahuila les sirvió de laboratorio para afinar sus guerras sucias. Para poder contarrestar estas acciones de lodo, las autoridades electorales y los partidos políticos deben analizarlas para precisar los efectos sobre las elecciones y hacer las modificaciones correspondientes al marco electoral vigente.

A cuatro meses de las elecciones del 3 de julio pasado, con una campaña de lodo con todo el aparato de la Presidencia de la República, y en plena transición de poderes, en donde dejaron desde hace meses de operar los programas, donde han sido dados de baja empleados de Gobierno y se ha politizado el tema de la deuda, ¿cómo se explican que en la última encuesta del periódico El Universal, el PRI está en primer lugar en las encuestas y Coahuila es el estado de mayor intención de voto a favor tricolor? En Coahuila el 38 por ciento se manifestó a favor del PRI.
Otro de los aspectos relevantes es que la elección de Gobernador no tuvo impugnaciones. Es la única en el País con un comportamiento de esta naturaleza. Esto, además de legitimar a Rubén Moreira como gobernante, habla bien de la Ley Electoral de nuestro Estado y del IEPC.

Las inconformidades e impugnaciones se presentaron en el periodo de las precampañas y de las campañas y se resolvieron en el órgano electoral correspondiente. Ahora, en su afán por ensuciar al Gobierno de la Gente, sus detractores no escatiman recurso alguno para denostar. Se les olvida que en un fraude de más de 3 mil millones de pesos no sólo pueden estar involucrados funcionarios del Gobierno estatal coahuilense, sino que también deben estarlo empleados bancarios, funcionarios de la Comisión Nacional Bancaria y, sobre todo, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que es la responsable de registrar las deudas contratadas por los estados del País. Queda claro que hay un uso electoral de este problema en manos de la Procuraduría General de la República y de la Fiscalía del Estado.

Las contiendas por la Presidencia de la República, los Senadores y los Diputados federales en Coahuila se dan de nueva cuenta con un buen posicionamiento del PRI, en medio de una guerra sucia auspiciada por el PAN, que se caracteriza porque confronta cada vez más a los ciudadanos, no tiene propuestas, y trata de impedir a toda costa que el PRI regrese a Los Pinos. Así avanza el proceso electoral hacía el 2012.

Salvador Hernández Vélez
jshv0851@gmail.com