Benito Juárez es un personaje fundamental para nuestra historia nacional. Los coahuilenses le debemos que nos haya separado de Nuevo León. Formalizada la Independencia de México en 1821 y promulgada la Constitución de nuestra Nación, los estados empiezan a tomar forma. Así inició el proceso de Constitución de nuestro estado. En nuestra patria chica primero se constituyó el Estado Libre de Coahuila-Texas, el 15 de agosto de 1824 se instaló la primera sesión del Congreso Constituyente. Esta legislatura la integraron Dionisio Elizondo por la provincia de Río Grande, Rafael Eca y Múzquiz representante de Santa Rosa; Rafael Ramos Valdés y José Joaquín de Arce, de Saltillo; Juan Vicente Campos, Francisco Antonio Gutiérrez y José María Viesca, por Parras; Santiago del Valle, de San Buenaventura; Mariano Varela por Monclova, y Felipe Enrique Neri en representación del departamento de Texas, en total eran diez los diputados.
Los habitantes norteamericanos que colonizaron el entonces departamento de Texas siempre mantuvieron una actitud separatista de nuestra patria y de Coahuila en particular. El abandono en que el poder central y el escaso control que sobre estas tierras del noreste del país mantenían las autoridades desde la ciudad de México y de Saltillo, animó aún más a los colonizadores a buscar la constitución de su propio estado, incluso de su propia "República de Fredonia". La mayoría de estos colonos no hablaba español, seguían con la práctica de las costumbres anglosajonas, de sus leyes y de su protestantismo religioso y la prohibición de la introducción de esclavos abono su posición independentista pues los colonos texanos consideraban que la esclavitud constituía una parte del régimen de propiedad.
En 1836, Texas se independizó. Por unos meses fuimos el Estado de Coahuila y por gestiones del entonces gobernador de Nuevo León, Santiago Vidaurri, con el apoyo de los de Monclova y de los del norte nos anexaron a Nuevo León. Por esas fechas la Laguna casi no pintaba, Viesca apenas era una pequeña población, se había fundado en 1731; Matamoros hasta el 5 de septiembre de 1864 fue elevada a la categoría de Villa y en 1870 se fundó la colonia agrícola San Pedro. Pero las circunstancias volvieron a obrar en favor de los coahuilenses y el 26 de febrero de 1864 el presidente Juárez le devolvió la soberanía a nuestro Estado, constituyendo el Estado Independiente, Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza.
Hubo quienes concluyeron que en el trasiego por constituir una nueva nación ya nada se podía hacer, la opción era aceptar sumisamente regresar a la condición de colonia, bajo el mando de algún príncipe europeo, ese fue el caso de Vidaurri, se pasó al bando de las fuerzas de Maximiliano con el cargo de Ministro imperial. Juárez que llevaba varios años luchando para constituir una entidad nacional independiente con Estados soberanos, en el caso de Coahuila actuó en consecuencia.
La carrera intelectual y política de Juárez sólo puede comprenderse en el contexto de la lucha por la construcción de una nación de iguales. Esto es lo que explica el fervor independentista de los liberales, aferrados a un México en el que creían muy pocos entre las altas clases políticas que lo dominaron hasta la revolución de reforma. Juárez era criticado en todos los grupos católicos, incluso todavía en la actualidad se oyen quejas. Los altos mandos de la iglesia católica no aceptaban el que se hubieren puesto limitaciones al poder casi omnímodo que ejercía esta institución sobre la sociedad. Juárez dirigió los cambios de mayor profundidad que ha vivido esta nación: expropiar los bienes de la iglesia, fundar las instituciones que dieron cuerpo al estado mexicano, decretar la libertad de enseñanza e impulsar la educación pública, constituir un nuevo ejército profesional, crear nuevas estructuras económicas rurales, promover la cultura y aceptar la existencia de todos los cultos religiosos. Benito Juárez fue la pieza política de esta transformación principal puesto que asumió el liderazgo con una determinación que muy raras veces se puede encontrar en un estadista de cualquier época.
Salvador Hernández Vélez
jshvelez@hotmail.com
Los habitantes norteamericanos que colonizaron el entonces departamento de Texas siempre mantuvieron una actitud separatista de nuestra patria y de Coahuila en particular. El abandono en que el poder central y el escaso control que sobre estas tierras del noreste del país mantenían las autoridades desde la ciudad de México y de Saltillo, animó aún más a los colonizadores a buscar la constitución de su propio estado, incluso de su propia "República de Fredonia". La mayoría de estos colonos no hablaba español, seguían con la práctica de las costumbres anglosajonas, de sus leyes y de su protestantismo religioso y la prohibición de la introducción de esclavos abono su posición independentista pues los colonos texanos consideraban que la esclavitud constituía una parte del régimen de propiedad.
En 1836, Texas se independizó. Por unos meses fuimos el Estado de Coahuila y por gestiones del entonces gobernador de Nuevo León, Santiago Vidaurri, con el apoyo de los de Monclova y de los del norte nos anexaron a Nuevo León. Por esas fechas la Laguna casi no pintaba, Viesca apenas era una pequeña población, se había fundado en 1731; Matamoros hasta el 5 de septiembre de 1864 fue elevada a la categoría de Villa y en 1870 se fundó la colonia agrícola San Pedro. Pero las circunstancias volvieron a obrar en favor de los coahuilenses y el 26 de febrero de 1864 el presidente Juárez le devolvió la soberanía a nuestro Estado, constituyendo el Estado Independiente, Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza.
Hubo quienes concluyeron que en el trasiego por constituir una nueva nación ya nada se podía hacer, la opción era aceptar sumisamente regresar a la condición de colonia, bajo el mando de algún príncipe europeo, ese fue el caso de Vidaurri, se pasó al bando de las fuerzas de Maximiliano con el cargo de Ministro imperial. Juárez que llevaba varios años luchando para constituir una entidad nacional independiente con Estados soberanos, en el caso de Coahuila actuó en consecuencia.
La carrera intelectual y política de Juárez sólo puede comprenderse en el contexto de la lucha por la construcción de una nación de iguales. Esto es lo que explica el fervor independentista de los liberales, aferrados a un México en el que creían muy pocos entre las altas clases políticas que lo dominaron hasta la revolución de reforma. Juárez era criticado en todos los grupos católicos, incluso todavía en la actualidad se oyen quejas. Los altos mandos de la iglesia católica no aceptaban el que se hubieren puesto limitaciones al poder casi omnímodo que ejercía esta institución sobre la sociedad. Juárez dirigió los cambios de mayor profundidad que ha vivido esta nación: expropiar los bienes de la iglesia, fundar las instituciones que dieron cuerpo al estado mexicano, decretar la libertad de enseñanza e impulsar la educación pública, constituir un nuevo ejército profesional, crear nuevas estructuras económicas rurales, promover la cultura y aceptar la existencia de todos los cultos religiosos. Benito Juárez fue la pieza política de esta transformación principal puesto que asumió el liderazgo con una determinación que muy raras veces se puede encontrar en un estadista de cualquier época.
Salvador Hernández Vélez
jshvelez@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario