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jueves, 6 de enero de 2011

La mejora de nuestra situación

En este arranque del 2011, como al inició de cada año se habla del problema de la cuesta de enero de los ciudadanos. Las maneras de enfrentar esta situación después del regocijo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, son variadas, desde el préstamo con los amigos, o bien endrogarse a través del uso de tarjetas de crédito, o recurriendo al Monte de Piedad a empeñar algunas pertenencias, sólo los más precavidos los que usan el "guardadito" producto de su aguinaldo. 
En enero la crisis financiera doméstica se "sienten más" porque en diciembre se hicieron gastos extraordinarios, por las comidas, los festejos, los regalos y la compra de ropa de invierno, y en enero estamos "gastados". A esto súmele los pagos de predial, pavimento, tenencia (los que tienen carro) y claro el primer abono a los créditos obtenidos en diciembre. La solución que apuntan muchas personas es que debemos ahorrar. Pero, ¿y la cultura del ahorro, dónde está? O bien, ¿cómo le pueden hacer a los que no les alcanza para vivir, menos para ahorrar? La solución nos remite a la necesidad y porque no decir a la urgencia de resolver el problema del empleo y a salarios que permitan hacer frente a las necesidades familiares para obtener una vida digna. 
¿Para qué sirven todos los esfuerzos y afanes de los trabajadores, sí con lo que se les paga a la mayoría de los que tienen empleo, no les alcanza ni siquiera para bien comer? Ya no se diga para educación y vivienda digna. Y los que no tienen empleo formal se encuentran en una situación todavía más difícil. Aquí cabe preguntarnos ¿pues, no qué el mercado iba a resolver todos los problemas de la humanidad? ¿Dónde se encuentran los que festejaron que el régimen socialista había demostrado su incapacidad para resolver las necesidades más elementales de la sociedad? ¿Y al régimen hipercapitalista qué le pasó, que ha agudizado los problemas de la humanidad? 
También vale la pena cuestionarnos: ¿Cuál es el fin de la avaricia y la ambición?¿Cuál el de la búsqueda de la riqueza y del poder, a costa de no satisfacer las necesidades de los humanos y de la naturaleza? La explotación del trabajador más miserable parece no ser suficiente para colmarlas. Entonces, ¿qué ganamos con el esfuerzo diario que realizamos en este mundo globalizado para obtener la mejora de nuestra situación? En "la cuesta de enero" es cuando más se evidencia que la fuerza del mercado no resuelve nuestra situación. 

Jeffrey Garten, antiguo subsecretario de comercio en el gabinete de Clinton: "Aunque se ha prestado mucha atención a la demanda de consumo e industrial en los EEUU y en China, las políticas deflacionarias que envuelven a la UE, la unidad económica más grande del mundo, podrían hundir de mala manera el crecimiento económico global ... Las dificultades llevan a Europa a redoblar su empeño en las exportaciones al tiempo que EEUU, Asia y América Latina están disponiendo sus economías para vender más en todo el mundo, lo que no podría sino exacerbar las tensiones, ya suficientemente altas, en los mercados de divisas" 


Adams Smith sostiene: "El rico se vanagloria de sus riquezas porque siente que de forma natural atraen hacia él la atención del mundo. Por el contrario, el pobre se avergüenza de su pobreza. Siente que le vuelve invisible ante la humanidad. El pobre pasa desapercibido al salir y al entrar, y cuando está en medio de una multitud se encuentra en la misma oscuridad que sufriría encerrado en su propia casucha. Sin embargo, al hombre de categoría y distinguido el mundo entero lo observa. Todos están impacientes por mirarle. Sus acciones son objeto de interés público. Ni siquiera una palabra o un gesto que emane de él pasarán desapercibidos". 
La situación económica para el 2011 no es nada alentadora. En los círculos económicos liberales ven en las restricciones presupuestales la receta más segura a la tumba de la recuperación de las economías más poderosas. En este contexto de incertidumbre en nuestro país para mejorar nuestra situación económica y de inseguridad sólo sera posible con el apoyo externo, así lo expresó el ex zar antidrogas de Estados Unidos Barry McCafffrey: "México... , debe demandar la total cooperación y apoyo de Estados Unidos y la comunidad internacional. Esto no es un problema que sólo México está haciendo; otros han contribuido: EU con dinero de las drogas y armas automáticas. Y México debe esperar la legitimación y el apoyo de la comunidad internacional". ¿Qué esperanza tenemos de que la situación mejore? 

jshvelez@hotmail.com



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