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viernes, 30 de septiembre de 2011

Llegó la hora de elegir candidato

La elección del Presidente de la República será el 1 de julio de 2012. La fecha está cada vez más cerca. Noventa días antes deben arrancar las campañas de Presidente, de senadores y de diputados federales. En los meses de abril, mayo y junio del próximo año viviremos una de las contiendas más álgidas de la historia electoral de México. En el 2000 tuvimos la alternancia, el PAN ocupó Los Pinos y el PRI por primera vez perdió la Presidencia de la República. En el 2006, en una elección muy cuestionada y con una mínima diferencia de votos, de menos del uno por ciento, Calderón le arrebató a Andrés Manuel la silla presidencial. Los enconos de esa elección todavía sobreviven después de seis años. López Obrador se ha preparado a lo largo de estos años para ir por la revancha.

Aunque la lucha por la candidatura del PRD está por definirse, se percibe que Andrés Manuel será candidato a toda costa. Ya sea por el PT y por el partido que antes era Convergencia, y si le es posible por el propio sol azteca. La moneda está en el aire entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador. Las consecuencias de este desenlace están por verse. Los partidos están por entrar en la fase de elegir a sus candidatos. La forma como lo resuelvan tendrá sus efectos en los alineamientos de las diferentes fuerzas que integran a los institutos políticos, ya sea que se sumen al candidato en cuestión o que decidan no jugar o hasta hacerlo en contra.

El PAN tendrá que decidir entre los tres que aún quedan en la contienda: Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernesto Cordero. Por el lado del tricolor, abiertamente están Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, aunque el senador acaba de declarar que todavía se pueden sumar más a la contienda interna.

En el PAN el candidato exsecretario de Hacienda está metido en la lucha interna apoyado con todo el aparato de la administración calderonista. Esto no asegura un triunfo para Cordero. En el PAN, en la medida que es un partido que se formó en la oposición, sus militantes de viejo cuño, los doctrinarios, no se alinean fácilmente a los deseos del Presidente; si no, pregúntenle a Fox. Calderón lo rebasó hace seis años por la vía de la no imposición. Creel todavía no supera esa herida. Por eso, ahora, fue el primero en solicitar licencia y jugar fuera de la "institucionalidad del dedo" que quiere usar Calderón, muy al estilo de los viejos usos que tanto criticaron y que él mismo se brincó.

Josefina le apuesta a que ella lleva delantera en las encuestas; sin embargo, esa ventaja depende en gran medida del método que elija el albiazul para designar a su candidato presidencial. Mientras tanto, los militantes panistas formados desde el poder se alinean a Cordero y por la forma como operan irán con todos los medios posibles por la candidatura. No nos debe sorprender que para ello usen recursos públicos y campañas de lodo internas. Para estos panistas Vázquez Mota y Creel hasta son un "peligro para México".

En el PRI sólo hay dos caminos para elegir al candidato: por asamblea de delegados o por consulta directa a la base militante y simpatizante. Hay quienes señalan que la consulta directa es la que dividió al Revolucionario Institucional, tanto en el 2000 como en el 2006, y que tanto las candidaturas de Francisco Labastida como la de Roberto Madrazo no llegaron con la unidad que demanda una campaña presidencial. Ambas se dieron en contextos muy diferentes. La de Labastida, con un presidente como Ernesto Zedillo que llegó después del asesinato de Luis Donaldo Colosio, no tenía compromiso con el PRI y llegó a la candidatura sin una trayectoria priísta. En el caso de Madrazo, el tricolor se enfrentó por primera vez a decidir su candidato presidencial sin tener la Presidencia de la República y con un candidato que desde la dirigencia del partido jugó a ser juez y parte. Con reglas no muy claras e imparciales para los aspirantes.

En esta nueva coyuntura, rumbo al 2012 el Revolucionario Institucional está obligado aprender de las dos experiencias anteriores, porque ahora debe tener muy claro que de lo que se trata es de ganar la Presidencia de la República para reconstruir el País. El PRI, en el proceso de elegir a su candidato presidencial, debe mandar un mensaje de que está preparado para regresar a Los Pinos.

Salvador Hernández Vélez
jshvelez@hotmail.com

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