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viernes, 21 de enero de 2011

¿Alianzas, para qué?


"Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas no vuelven a recobrarse". 
Francisco Pi y Margall  

Las precampañas para Gobernador en Coahuila terminan el 27 de enero y las campañas arrancan el 16 de mayo. De esta fecha al inicio de la contienda los candidatos y los partidos no pueden ni deben hacer proselitismo abierto a la ciudadanía. Todo el trabajo de los candidatos debe ser al interior de sus respectivos partidos. Este tiempo les servirá para organizar su equipo de campaña, programar la agenda de los candidatos, de medios masivos, la posible campaña sin candidato y definir con precisión su estrategia global. 
Los que van en alianza o en coalición trabajarán con los partidos coaligados. Los partidos políticos en Coahuila tienen hasta el 29 de marzo para presentar solicitud de registro de coalición para la elección de Gobernador y hasta el 6 de abril para la elección de Diputados. En un régimen de pluralidad política, las alianzas y las coaliciones entre los partidos políticos es lo normal. 
En general los partidos políticos con plataformas electorales afines se coaligan, y en convenios registrados ante el órgano electoral correspondiente asientan los términos de la coalición. En el convenio se determinan las posiciones políticas y los recursos públicos para cada uno de los aliados en función de los resultados electorales. También están obligados por ley a presentar su plataforma electoral. En dichas plataformas asientan los compromisos que en caso de ganar la elección llevarán a cabo. 
En Coahuila, rumbo a la elección del 3 de julio, el PRI y los partidos Verde Ecologista de México, Primero Coahuila, el Social Demócrata y el Nueva Alianza están procesando la candidatura común de Rubén Moreira. El PAN anunció la alianza con el PRD, pero el exdirigente estatal del sol azteca, el profesor José Guadalupe Céspedes Casas, declaró: "El precandidato a la gubernatura por el PAN, Guillermo Anaya, engaña a la opinión pública al declarar sobre una posible alianza para los comicios del 3 de julio". Incluso aclaró que el Congreso Estatal del PRD, en sesión plenaria, negó alguna coalición del partido con el blanquiazul. 
De hecho existen antecedentes de alianzas de estos partidos tan disímbolos con resultados poco favorables para ambos. Recordemos, en 1999 el PAN, el PRD y los demás partidos con registro en el Estado compitieron en alianza contra el candidato del tricolor, Enrique Martínez y todos unidos vieron cómo les ganó el PRI. Sin embargo, el gran perdedor fue el albiazul, porque los demás, producto del convenio firmado, lograron posiciones que por sí solos es difícil conseguir. En esto de las alianzas además de que los partidos políticos deben respetar las reglas del juego, también cuidarán sus intereses partidarios, por ello trabajarán meticulosamente sus márgenes de maniobra porque cada quien buscará consolidar sus posiciones en la perspectiva político-electoral para apuntalar sus proyectos políticos futuros. 
En la elección de Nayarit, el dirigente estatal del PAN afirmó: "Aunque en el Estado de México esté en duda la alianza, Nayarit no tiene conflictos, hay coincidencias de forma y fondo para sacar al PRI del Palacio de Gobierno". Sin embargo, no han definido quién será el abanderado. En el Estado de México, con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas ya es el candidato de Convergencia y del PT. El PRD, frente al dilema de aceptar el candidato de AMLO, para darle la vuelta a la confrontación va a convocar a una consulta con la militancia perredista para decidir si se alían con el PAN. De esta manera queda en manos de la militancia la decisión y las cúpulas se lavan las manos para no pelearse con Andrés Manuel. 
En todos estos intentos de aliarse el PAN y el PRD, se observa una enfermiza obsesión de los altos mandos panistas y perredistas, e incluso una obcecación del presidente Felipe Calderón por aferrarse a Los Pinos, por no perder las chambas y las canonjías que da la Silla Presidencial. Hay que aliarse, por tanto, a pesar de desdibujarse ideológicamente y generar escozores al interior de los grupos más duros de ambos partidos. El líder nacional del perredismo, Jesús Ortega, ya lo precisó de la siguiente manera: "Las coaliciones no son un asunto de principios, son un asunto de estrategia política...". 

Salvador Hernández Vélez

jshvelez@hotmail.com  



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