El domingo viajé a Saltillo para asistir al registro de Rubén Moreira como candidato a gobernador ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila. De regreso a Torreón, comentaba con Héctor Gramillo cómo los árboles que hay a lo largo de la carretera no se vieron afectados por la helada pasada. Nos tocó ver gran cantidad de mezquites, algunos más frondosos que otros. Los que tienen mayor follaje están en sitios donde la naturaleza les permite retener agua cuando llueve, los otros están sobre pequeños montículos lo que les impide captar el agua de lluvia. Estos mezquites con un poco de cuidado lucirían hermosos en las calles y en nuestras casas, auxiliados con riegos escasos y una poda de formación nada envidiarían a los ficus y a los laureles de la india que no aguantaron los cambios bruscos de temperatura.
En las áreas de descanso sobre la carretera han plantado álamos, mezquites americanos o palo verde, mimbres, lilas, fresnos y pirules. Todos ellos lucen radiantes. Sólo a los pirules se les "quemaron" las hojas, los demás lucen retadores frente a los árboles que no son de la región, como diciéndonos "aquí estamos, ya pélenme, entiendan que vencer el desierto es también que me tomen en cuenta, me planten en sus casas y calles, yo les puedo ayudar a hacer de la Perla de la Laguna una mejor ciudad para vivir". La solución definitiva debe ser y ésta aquí en nuestra propia región, no hay que voltear a otros lugares del país para traer flora que demanda mucha agua y que sólo nos da remedios por temporadas.
Tuvimos la suerte de disfrutar la naturaleza del semidesierto, en un viaje de un poco más de dos horas nos tocó sentir en todo su esplendor el sol, después un tramo de nubes que nos invitaban a que más adelante pudiéramos disfrutar de un breve chubasco, el agua caía a borbotones acompañada de fuertes vientos. Después otro tramo donde había dejado de llover, la vegetación lucía los colores que la madre naturaleza les proporcionó en toda su dimensión, el agua les había limpiado el polvo a los mezquites, a los huizaches, a la gobernadora, a la lechuguilla, a las cactáceas y a la flora en general del semidesierto, el cual relucía ¡para presumirlo! Este espectáculo lo tenemos en las afueras de nuestras ciudades laguneras, lo podemos admirar desde los vehículos y sin embargo nos somos capaces de disfrutarlo y de vivirlo, a pero sí presumimos: ¡hemos vencido al desierto!
Sin embargo no todo está perdido, en la esquina de Claveles y Mayrán en la colonia Torreón Jardín podemos apreciar ahí una casa circundada por seis hermosos mezquites que cubren de sombra incluso hasta la mitad de la calle. Cuando paso por ese lugar recuerdo hace unos días a mi amigo Saúl Rosales que al llegar a visitarme a mi casa, lo recibí junto con sus hijos en la puerta de entrada. Lo conmine a estacionar su auto afuera de nuestra cochera y prefirió buscar una sombra. Regresó asombrado y lamentando no encontrar ninguna sombra en las cuadras aledañas a mí casa. La helada no nos dejó ninguna para protegernos del intenso sol. También con motivo del lamentable asesinato de Carlos Valdés asistí a la misa que se ofreció por parte de su familia en la Iglesia de la Medalla Milagrosa que se ubica en el fraccionamiento el Fresno. En los jardines de la misma pude observar unos árboles que se desarrollan en los arroyos de nuestras serranías laguneras, son una especie de leguminosas. En la calle Mayrán enfrente del Lienzo Charro también en la colonia Torreón Jardín descubrí una preciosa anacahuita, dicho árbol estaba lleno de flores blancas mostrándose en toda su dimensión, esta especie no sólo permanece verde todo el año sino que en su época de floración se adorna de flores y no le pide nada a los de tierras templadas.
Antes de llegar a Matamoros, Coahuila pudimos apreciar conjuntos de huizaches adornando la carretera como lo podrían hacer en los camellones de la ciudad. Imagínense una cerca con gobernadoras, las banquetas de la ciudad con mezquites extranjeros, anacahuitas, y las banquetas con algunos ejemplares de cactáceas. ¡Qué maravilla!
Salvador Hernández Vélez
jshvelez@hotmail.com
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